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El Baño Turco

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Descubra cómo solían mimarse los Otomanos.
Este Hammam se conserva desde el siglo XVIII. Es un Baño Turco que fue construida por Jazzar Pasha, el famoso gobernante de Akko. Era el centro social de la ciudad, un lugar para escuchar las noticias y para hacer negocios. ¡Todos los chismes de la ciudad empezaban aquí!

El Baño Turco «Hammam el-Basha» fue cconstruido a finales del siglo XVIII por el gobernador de Akko, Jazzar Pasha. Al principio se llamó «Hammam al-Jadid» (el nuevo Hammam), pero posteriormente su nombre fue cambiado a Hammam al-Basha (el hammam de Pasha) en honor a el-Jazzar. La construcción del baño turco fue parte de la transformación de Akko durante el período otomano, de un pequeño pueblo de pescadores (principalmente a manos de al-Jazzar Pasha) en una pujante ciudad portuaria y un importante centro de construcción y comercio. Durante su reinado, el-Jazzar se esforzó por promover la ciudad de muchas y variadas formas. Entre sus logros se encuentra el acueducto que llevaba el agua de los manantiales a la ciudad, el rompeolas para un atraque seguro en el puerto y edificios importantes como el Khan el-Umdan, la mezquita más grande de Akko, su lujoso palacio y, por supuesto, el baño turco.

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El Hammam cuenta con tres secciones principales:

El vestidor: esta es la primera sala a la que ingresará desde el patio. Aquí es donde los visitantes del Hammam se desnudaban, dejaban su ropa, se envolvían en toallas especiales, se ponían sus sandalias de Hammam e iban a sus diversos tratamientos. Después de los tratamientos, aquí es donde volvían a descansar y relajarse.

Las cuatro salas intermedias, que se encuentran entre la sala fría y la sala caliente, las salas tibias, servían como salas de tratamiento y actividades diversas (desde tratamientos cosméticos, tratamientos de curación y masajes, citas y fiestas y sesiones de preparación para el parto).

La sala caliente– la sala caliente es el corazón del hammam – la sala de vapor, que albergaba una sauna y un baño de vapor. El tratamiento consistía en restregar, enjabonar y masajear el cuerpo y el alma. Las pequeñas salas que rodean el escenario central se utilizaban para tratamientos individuales para los ricos y privilegiados.

Durante unos ciento cincuenta años, desde su inicio hasta la Guerra de Independencia en 1948, el Hammam sirvió como un Baño Turco activo. Además de su función religiosa de cumplir con el mandamiento de la purificación que precede a la oración, el hammam satisfacía un buen número de necesidades en todos los ámbitos de la vida en la ciudad otomana. Servía como un sitio para encuentros sociales, descanso, entretenimiento y celebraciones. Es el lugar donde se reunían médicos y barberos, y también servía como una casa de lujo para los ricos de la ciudad. En otras palabras, aquí era donde estaba la acción y donde se discutían los últimos eventos: eventos históricos importantes, así como los chismes más recientes.

La historia del último asistente de baño

La historia del último asistente de baño presenta un enfoque novedoso para ilustrar un capítulo de la historia de Akko: el período otomano.

En lugar de un museo de etnografía o historia, optamos por presentar capítulos de la época dando vida al hammam e involucrando al visitante en las historias que se encuentran entre sus paredes.